Pa' no dejársela a la muerte

viernes, diciembre 03, 2004



Duende suelto en Bocao flamenco lounge

Lo vieron en su silencio ondulado, lo vieron entre mariposas negras, lo vieron con su cante jondo, lo vieron bajo la luna nueva. Parece que andaba en Bocao cantando una siguiriya…El sabor y el olor del alma gitana corre por esas paredes rojo sangre-negro noche, un “bocaito” que evoca el sabor y el olor andaluz o sevillano.
La moda lounge, salones abiertos y cómodos donde se puede disfrutar de una buena y relajante música, atrapó no sólo a Caracas, sino que está en boga en distintas partes del mundo. Bocao presenta una fusión entre algo tan “ortodoxo” como el flamenco con lo ecléctico de los lounge, que nació de esa corriente conocida como el flamenco chill, fuente que inspiró a la dinastía Azpúrua Reyna (Goyo y Cheo hijos de la bailaora Tatiana Reyna), Federico Payer y otros dos socios, quienes tomaron el concepto de ese género musical y lo convirtieron en un lugar novedoso donde se pudiera comer y bailar al mismo tiempo, cosa poco frecuente cuando se visita una tasca o tapería capitalina. Es por eso que ellos consideran que en Caracas este es el primer local dedicado a la música española, desde lo más profundo de sus raíces hasta lo más reciente de sus tendencias. Todos los días se pueden escuchar las excelentes interpretaciones en vivo, acompañadas de los distintos tipos de flamenco que se bailan. Los lunes hay flamenco fusión a cargo de guitarristas y tecladistas quienes mezclan algunos sonidos latinos con la tradicional rumba; los martes se presenta Goyo Reyna y su grupo; los miércoles las bailaoras de la academia derrochan talento al compás de las sevillanas; el jueves repite Goyo; los viernes el alma flamenca se nutre con distintos artistas invitados; el sábado hay juerga latina y el domingo el ambiente es más familiar y tranquilo al compás de una guitarra suave.
La decoración y la arquitectura del local sale de lo común porque mezcla gran cantidad de estilos con insinuaciones taurinas, flamencas, de claveles, castañuelas y mantillas, todas imágenes alegóricas colocadas en una espacie de galería que identifica al cliente con el aspecto cultural y artístico de la “madre patria”. Convergen dos ambientes que gracias a parabanes y alfombras se unen cuando llega la noche, para formar un sitio bien agradable con capacidad para unas 50 personas sentadas, además de los 14 puestos de la barra.
En cuanto a la oferta gastronómica, la creación de un menú absolutamente moderno por parte de la chef Vanesa Gaviria le invita a recorrer un camino a través de las principales tapas y platos para picar, dentro de los que destacan los tequeños sorpresa, rellenos de queso manchego y chistorra; el timbal de patatas rebanadas con queso de cabra y el jamón serrano con pimentón dulce. De hecho la carta se divide en Despeje y los Montaitos-platos para picar- las Banderillas-algo ligero (Bs. 5000-Bs. 10.000) y las Faenas, que son los platos fuertes que oscilan entre Bs. 10.000 y Bs. 15.000. Por su ubicación, todos los días a medio día ofrecen un menú ejecutivo que incluye entrada, plato principal, bebida y postre por tan sólo Bs. 12.000. La jarra de sangría está a razón de Bs. 30.000 para unas seis personas con el toque especial de la casa. Además sirven vinos tintos y blancos bien sea por copa (Bs. 5000) o por botella. Cuentan con una excelente ubicación y estacionamiento privado. El consumo promedio por persona está sobre los Bs. 30.000, sin dejar por fuera la copita.

Dirección: Plaza La Castellana, torre IASA. Horarios: Lunes a domingo de 12:00 m en adelante.