El egocéntrico

Sentada en algún pupitre hace un buen tiempo me dijeron que el ser humano es un ser social que necesita comunicarse con otros para poder sobrevivir, en ese momento me pregunté ¿sobrevivir a qué?, hoy doy por muy cierta la frase y también creo que todos a diario sobrevivimos, todos sin excepción. La comunicación en su esquema más básico habla de la importancia del emisor sobre los otros "eslabones" que componen esta importante cadena de la vida. Si fuera un sistema perfecto no habría eslabón más importante que otro, pero lo hay...y es lógico el emisor es quien siempre toma la palabra... y gracias a dios, no siempre soy yo, también eres tu, es sólo un rol temporal. Eso, seguramente no tiene nada de extraordinario más allá del hecho en sí mismo y de lo maravilloso que es poder expresarnos a través de una lengua y que otros a su vez nos entiendan, eso que llaman el milagro de la comunicación.

Curioso es el hecho de que cada vez que hablamos, pensamos o analizamos las distintas situaciones por las que a diario atravesamos nos sea imposible ser emisor y a su vez ponernos en los zapatos del receptor. El ser humano es un ser egocéntrico...todo lo ve, lo analiza y lo juzga bajo su propia perspectiva, moldeando sus repuestas con el cincel de su experiencia, sin ver más allá de sus propios intereses y de su propia supervivencia. No en vano una de las cosas más arduas de la vida es aprender por las experiencias ajenas. Eso, por naturaleza, eso es algo que nos está negado. ¿Qué sería del mundo si tan sólo por un instante nos colocáramos en el lugar del otro?, quizás destrás de esa puerta habría un mundo mejor...o quizás no.